Y brilla la escarcha sobre el arbusto perenne.
No se agita, no le duele
ni mil lluvias lo trastornan
se complace en traslúcidas
gotas de colores,
¡Sabia eterna lo mantiene!
Mas, cansado de tragarse imperturbables otoños
y con inviernos relegados que lo envuelven,
no logra divisar las primaveras,
esas que antaño lo cobijaran con amores
muy lejano prenden sus brotes.
Oliendo a juventudes y originales tiempos
consoladoras sinfonías se escuchan
y se duerme en el manto albo de la nieve.
oooooooooo
No hay comentarios:
Publicar un comentario