De lo profundo de mi pecho nace un grito
que se eclipsa en el ocaso de mi vida,
inútil esperar tú estimulo anhelado.
En lejanía no se oye, no se yergue, no me toca.
Negras telas envolventes, son extensas
y contienen mis eclipsados e infinitos lamentos,
no sospeché bañada en primaveras
lo aflictivo de las soledades del invierno.
Amor, en un puño mezquino, sobrevivo,
extenuada mi esperanza mira en lontananza
y prendida en el fulgor de tus ojos tiernos
¡Te amo! Y mi alma acurruco adormilada.
Ya no estoy, ya no existo, ya me he ido,
melancólicos caminos me abrazan.
Voy temblando con mi espíritu y mi aliento,
cual marchito pasajero sin destino.
💜
0000000000
No hay comentarios:
Publicar un comentario