Al clarear el alba con frío o con lluvia
pasaba por mi
puerta una sombra lanuda,
temía ser visto
con paso ligero casi
ciego, jadeaba y desaparecía.
Pelo mojado,
cabeza sometida, su Nombre…
¡Nadie conocía!
Al clarear el
alba esperé emocionada
correr el velo
de ese misterio quería
de pronto la
sombra en lontananza surgió,
su fuerte
resuello más y más cerca sentía
Con ojos
vidriosos, desfallecido
en mi puerta se
desplomó.
Sucio pelaje,
patitas heridas,
expeliendo un suspiro
quedaba sin vida,
su mirada lo
dijo…, siguiendo a su amo
que ya de este
mundo se había marchado.
Perrito lanudo ignorado
de todos y que
sin importar
distancias al sepulcro
de su amo corría.
¡Tierna raza
canina, de sus amos siempre prendados!
Amigos fieles es
el don que Dios les ha dado.
Al amanecer de
todos los días en mi puerta una Luz, habita.
Ángel lanudo,
ojitos de estrella, cabecita erguida
largas orejas, lengüita
humedecida jadeante de alegría
colita peluda
mueve ligera, al compás de su ardiente corazón,
que recuerda,
por ahí caminan muchos perritos sin Nombre
¡Viviendo en
esta situación!
25/07/2011.
ooooooooooo
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