Con silente, ostentación
y en la cúpula del cielo,
dos violetas florecieron
con amante perfección.
Flores bellas perfumadas
al calor de un gran amor,
semillas amorosas
frutos de una gran pasión.
De vida llenas sus manitas
y mucho amor en su corazón,
destilan alegría e inocencia
como el canto sutil de un ruiseñor.
Corren saltan corretean
cual canarios juguetones
consumiendo energías
que la tienen a montones.
Sus caritas son redondas
y sonrisas de cristal
emanando brillantez
cuales flores de azar.
Son pequeñas, pequeñitas
como capullos de flor
han llenado nuestras vidas
¡Ángeles de pureza y candor!
Sellaron con su presencia
dulce y amoroso nidito,
sus padres las cuidan mucho
ellas, los colman de cariñitos.
Yo las amo mucho, mucho
me han robado el corazón
agradezco al Señor
que me ha dado esta razón.
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