6/07/2022

AMOR DE MI RAZÓN

  

Ven pequeñito mío

prueba estos frutos apetitosos

y si los disfrutas…

¡En mi boca los sentiré deliciosos!

 

Sueñas con amaneceres

y de tu mano alegrías puras,

brilla tu vida entre luces.     

¡De la mía se elevan ternuras!

 

Con tu boquita primorosa

balbuceas con esfuerzo mi nombre,

mi alma vuela cual estrella.

¡Y mi voz vibra en la cúspide!

 

Un guiñito de tus ojos añiles

inunda mi espíritu y mi corazón,

envuelta en cariños de abriles.

¡Mis ojos vigilan, el existir de mi razón!

 

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6/06/2022

SWEATER MODERNO.


Óscar, pidió permiso en la oficina para ir a ver a su novia Clorinda que vivía en una hacienda a nueve kilómetros de la ciudad. Ahí lo esperaba Clorinda junto a sus padres, a la legua se notaba que no miraban con buenos ojos al nuevo pretendiente. Su pequeña, era la luz de sus ojos y no querían esa unión. 

   En los fogones de la cocina, la abuela Elcira trabaja afanosamente preparando platillos especiales para la ocasión por encargo de la dueña de la hacienda, su vecina; la abuela siempre estaba dispuesta para ayudar en estos eventos, acompañada de su nieto Nachito de nueve años, que era el primero en la fila. Éste, observaba lo que ocurría en casa y no estaba de acuerdo con el casorio de su amiga Clorinda, a él no le convenía, ya casada la señorita Clorinda se iría definitivamente a vivir al pueblo y se acabarían sus paseos a caballo y los regalitos. 

   Los novios después de almorzar bien abundante se prepararon para dar una vuelta por el potrero. A pesar que llevaban un buen tiempo de novios, él no había tenido la oportunidad de visitarla en el campo, ahora podía familiarizarse con esa vida especial y colorida. 

   —Óscar, cambia tus lindas ropas porque te puedes ensuciar —le dijo. — Y preguntó a su padre si había peligro, él con voz calmosa: 

   —Tranquila hija, todo está en su lugar y el toro también, el capataz personalmente lo dejó en la quebrada con las trancas cerradas. De todas maneras, no se alejen mucho. —dijo. —Y como vio a Nachito le ordenó:

   —Y tú Nachito, deja tranquilos a los novios, vete a cuidar las ovejas y abre las trancas.

   Óscar, se quitó la casaca y quedó en un lindo sweater de poliéster muy suave que ella acarició. Tan diferente a su ropa fabricada en el campo con lana de oveja, bien abrigadora.

   Tomaron el camino en dirección al potrero que lucía un cerco con gruesos troncos de madera de pellín y dividido por varias corridas de alambres de púa, resistentes, necesarias para retener al ganado. Ahí estaban los animales, Clorinda explicaba las faenas, pero Óscar no estaba interesado en eso, todo le parecía lenguaje chino, él solo veía vacas y caballos, la cosa era alejarse lo más posible de las casas, con intenciones no tan blancas.

   Siguieron su camino que los condujo a campo abierto. Clorinda al ver todo despejado de animales se sentó en el pasto a la sombra de un árbol, con ojos cerrados se deleitaba con las palabras de amor de su enamorado. Óscar viendo el campo cubierto con flores de margaritas se apresuró a juntar un ramito para sorprender a su amada. Poco a poco fue internándose por la quebrada frondosa hasta llegar muy cerca de “una vaca”. No supo cuándo, ni de donde salió feroz bramido y retumbos, solamente vio la tierra que se levantaba de las cuatro patas del animal que se le venía encima. Con los ojos como platos y como alma que lleva el viento salió en busca de socorro. Clorinda al escuchar el bramido, ya corría a campo traviesa en dirección al cerco que sería su salvación.

   —¡Corre amor, corre Óscar por favor, ese es un toro y no te perdonará la vida! Te dije que el toro siempre está separado de los animales del potrero y hay que andar con los ojos bien abiertos, parece no me escuchaste. —gritaba. —.  

—Voy, voy, soy hombre muy moderno de gimnasio, no te preocupes, tengo buen físico. —respondía Óscar.

   De una zambullida se metieron debajo de los alambres del cerco, solo bastaron segundos para sentir el crujir de la madera con la cornada del toro, que remeció los gruesos maderos. Clorinda se levantó y no pudo seguir su marcha por estar enganchada de sus ropas por las puntas de los alambres de púa. Ella, sentada de espaldas al cerco, tiró y su chaquetilla de lana cedió con facilidad y se liberó. Él se levantó y dio tres pasos, pero su sweater de fibra elástica, resistente, le impidió zafarse. La situación se hizo crítica, Óscar sentía como su cuerpo retrocedía y volvía con rapidez y azotaba el cerco, como un resorte cada vez que él ponía todas sus fuerzas para avanzar. ¿Y el toro? Seguía dando cornadas al poste. En sus acercamientos a los alambres Óscar se daba cuenta como su ropa se enganchaba de distintas partes, unas cedían por estar fabricadas de algodón, sus pantalones y ropa interior, que al despedazarse hacían que su cuerpo quedara a cada momento más y más desnudo, su mente nublada no le permitía pensar. Clorinda, no sabía cómo acercarse al verlo en esa facha, nalgas al aire. Nachito, que no sé de donde apareció, le arrancó de un manotazo el sweater al novio, liberándolo. Luego, Óscar temeroso y mirando para todos lados, con sus manos puestas en sus partes íntimas, se tiró por las piedras hacia donde le mostraba Nachito con su dedo, la senda junto a la orilla del cerco, para evitar miradas curiosas y burlescas.

Los padres de Clorinda junto al capataz, que habían visto todo, sonrieron al ver, de lejos, una sombra desnuda en dirección al cobertizo donde estaba guardado el automóvil de Óscar. El capataz comentó triunfante: —nuevamente gané la apuesta patrón. Si no hay caso esos pitucos no sirven para el campo. Mañana sacaré al toro y lo llevaré a los pastos del otro potrero—. El patrón lo miró sospechoso…

   —¿A ver, a ver don Tino, no me dijo que el toro estaba en la quebrada, bien seguro, para evitar desgracias? —inquirió. 

   —Si patrón, pero alguien abrió las trancas.  

Presuroso llegó Nachito al grupo y dijo:

   —¿Y? ¿Cómo lo hice patrón? Ya soy grande, puede confiar en mí, hice exactamente lo que me dijo. Me fui sin que nadie me viera, bien escondidito y abría las trancas de la quebrada. —comentó con carita contenta.

   —Ay Nachito, pero… ¡Otra vez te equivocaste!, no escuchaste bien. Eran las trancas de la quebrada chica donde se encierran las ovejas, te dije clarito: “Vete a cuidar las ovejas y abre las trancas”, para que las ovejas subieran la loma y pastaran por esos lugares, así corretearían a los novios para la casa. —dijo. —Y continuó, casi pasa una desgracia, pero bueno, anda a ver tu abuela Elcira que ya se marcha. 

Nachito caminó hacia la casa pateando piedras, junto a su perro Turpín. 


Fin

 

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5/31/2022

MAGIA EN LA RUTA DEL COCHAYUYO

 

Marcha tras el chirrido de los ejes de su carreta el viejo Mañungo, querendón de la tierra, vestido con ropajes sencillos que hacen ligero su andar, garrocha al hombro cuenta sus pasos en trechos cortos, para entretenerse, sus pies calzados con gruesas ojotas y en su cabeza una gran chupalla de paja; silba de manera particular a su yunta de bueyes para apurar el tranco así la carreta desliza sus pesadas ruedas por blando suelo polvoriento para luego avanzar por largo tiempo en el redoblar del duro pavimento.

   Por ese camino eterno, continúa con el paisaje a sus espaldas, su puerto, que derrocha frescura por agitados oleajes salobres que en lejanía se confunden, en cada movimiento, con ocres matices de ciudad.

   Mañungo sigue la huella ancestral y piden al buen Dios lo acompañe en el recorrido de hasta ochenta kilómetros en visita por varios pueblos hasta llegar a la capital; viaje que emprende junto a familiares. Con sus carretas colmadas de paquetes de Cochayuyo oscuros y secos, que manos laboriosas han trabajado con brío durante el año y esperan su venta sea la recompensa para rellenar sus alforjas con mercadería para varios meses.

   El día generoso se desliza y derrite el tiempo, lentamente la noche con su secreto manto los alcanza. Una levantada de garrocha anuncia la frenada, miran el entorno y se acomodan en preparación de su merienda, con el cielo tachonado de estrellas como techo. De madrugada, después de reparador descanso continúan su lenta marcha.

   Al llegar a lugar de destino presentan esta joya del mar. Más conocido como Cochayuyo también se le denomina, Cochaguasca, Cachiyuyo o Colloi. Exquisita alga comestible rica en yodo que, al natural, es de cuerpo oscuro y escurridizo de largos brazos, cilíndricos y ahuecados tentáculos, como verdaderos látigos de más de diez metros. Una vez ubicado es arrastrado hasta sus hogares en donde es lavado, medido, cortado en trozos de cuarenta centímetros de largo por veinte de circunferencia que amarrarán para hacer atados, oscuros o rubios. Una delicia para cualquier casa donde se cocine por sus grandes propiedades alimenticias, beneficiando la salud, reducir el colesterol, acidez estomacal, energizante, controlar el peso, para el hipotiroidismo y mucho más.

   Innumerables son los platillos ejecutados con este producto, entre los que tenemos: empanadas, guisos, sopas, puré, croquetas, ensaladas.

 

En brillantes arenas, individuos, doblegan su espíritu y su carácter, en la recolección de este producto que les entrega el mar. Las orillas costeras se cubren de recolectores que recorren las playas apremiando al mar regale su fruto que dará de comer a millares de familias.

Estoicos siguen ancestrales huellas, curvadas sus espaldas y forradas de añosos tiempos; sus manos llagadas por la sal de mar adherida por masiva recolección de este genuino manjar que tenazmente enriquece costas en lugares fríos de fuerte oleaje o a poca profundidad, ya desprendidos de las rocas quedan tapizando playas completas, riqueza del hombre sencillo que se ha alimentado y que ha vivido de ellas por miles de centenas en nuestras costas sureñas del gran pacífico.

 

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OTEANDO EN LA MONTAÑA

 

Frágil y desorientado se levanta

en esa inmensidad irrefutable,

penetrante oscuridad que obstaculiza

espesura que descuella en ese bosque.

 

Otea queriendo traspasar esa negrura

sus ojos no toleran, aún no son potentes,

su instinto a levantar el vuelo le obliga

ignorante del plumaje que lo envuelve.

 

Insertar pretende, su ala en esa vegetación

cautivado por ulmos, raulíes, laureles,

pellines y araucarias asiendo el cielo.

¡Izándose en baluarte por años ancestrales!

 

Gorjeos irrumpen los tiempos en agreste vida

cánticos elevan bandurrias, loicas y picaflores,

muestran su linaje con serenatas épicas

apiñados en chilcos, canelos y copihuales.

 

Murmullos de aguas exaltadas

corren besando piedras, raíces y soles

fundirse en flexible mar, juegan agitadas

savia continua que la montaña ofrece.

 

Allá lejos en la profunda quebrada

hendiendo la huella, fatigado, inmutable, 

cargado con frutos de la tierra generosa.

¡Transita el señor de esos parajes!

 

Va constante tras sus bueyes de atiborrada carreta

y el rechinar inagotable de envejecidos ejes,

la senda persigue de ancestrales pisadas

marcadas por plantas, aves y árboles inmortales.

 

Alzando la mirada, ve al ave desplegar sus alas

e imagina soberano vuelo en exuberante follaje,

regocijado sonríe ser hijo privilegiado con grandeza…

¡De ese fastuoso edén, entre arrayanes, quilas y hualles!

2013-05-19.

 

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ADOLESCENCIA... CON NUEVOS SOLES


En el torrente de sus sentimientos inmersa, cual luciérnaga acobardada en luz-día, atropellada por palabras hirientes de aquel amor que sin consideración arremetió.

   Mezclada en bruma sorda, permanece largamente dubitativa.

   ¿Qué confusión ha apartado el sueño maravilloso vivido en un soplo?

   ¿Dónde quedó la inocencia?

   ¿Cómo se ha cubierto el suelo de hojarasca sin arreciar el viento?

   ¡Se ha esfumado la alegría de su juventud de un plumazo!

   Elegida entre muchas; compitiendo con magníficas mujeres.

   Sin belleza… ¡Con sólo el aroma de la flor recién cortada entre sus ropajes!

 

Por dar prisa a sus sueños encaminó sus pasos dejando todo y enarboló su néctar con los ojos cerrados, sin medir consecuencias. Fugazmente vio tras el nublado cristal estrellarse con ese corazón ataviado de quimeras, palpitante de pasión, que la esperaba y que con sus encantos de galán dejó vacío su equipaje.

La savia extinguió…

 

Se aleja en el tren de los suspiros calzando su bagaje, a refugiarse en tranquilas realidades con sus truncadas alas cargadas de experiencias y un seducido corazón que sordo, no atesora voluntades.

  

Bajo sus ropajes oculta su abultado vientre… ¡Con la esperanza de nuevos soles!

 

 

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DESDE AQUEL DÍA

 

Desde aquel día

en que el roce de tu piel sentí en mi mano

suave llama despertó mi pasión

trepó violenta e invadió mi corazón

Desde aquel día, 

tersa piel apenas en ciernes, acompasada

escudriñaba profundidades latentes

y con fuegos nacidos del adentro

se consumaba desigual rito apasionado.

Desde ese día,

enamorada, feliz surcaba ese mundo,

mi piel era tu piel, tus sueños eran los míos

navegaba en barca tierna y juvenil, ¡tan tuya!,

que aprendí que todo es primavera,

satisfecha, alucinados mis sentidos vivía

alborotada ensoñación.

Quemante luz, desde aquel día.

 

Trastocase de pronto la ilusión, un día.

En contados atardeceres…

¿Volvías a enjugar mis lágrimas amorosas?

¿O asomabas por otro coche nuevo?

La luna hacía guiños a mis desvelos

acongojada mecía anocheceres

que transcurrían inexorables, solitarios.

¡Ausentes del mirar de tus ojos color cielo!

¡Fatal destino!

Deshojó mi cuerpo

pasión descontrolada consumió los suspiros 

y mil estancias a las sombras regaladas.

¿Seguirán las noches sin estrellas

que alumbraban y sacudían la pureza 

de tu piel, de tu estilo e inexperiencia?

 

Quiero percibir amores verdaderos que borren

para siempre tus huellas licenciosas,

saber que existe el sol con rayos luminosos

que aviven este cuerpo impávido 

de largos inviernos, tachonado.

 

oooooooooo

SUSPIROS RADICADOS EN EL OLVIDO

 

Con suspiros mustios radicados…

¿En el olvido?

Con el alma liberada restañar heridas,  

anhelante de sencillos y joviales tiempos.

Vislumbrar futuras madrugadas

con el resurgir de mieles en resecos labios

que abren candorosos a gentilezas amorosas nuevas.

Aspirar compartir la vida entera con este florecido amor,

confiado, intenso en total entrega, con esperanzas

surgidas al declinar mis atardeceres de existencia.

Venido en torbellino a remover lacerantes congojas.

Abanicos de colores tronarán los aires.

Instando…

A seguir huellas de ternuras inesperadas,

exuberantes y frescas en brazos almibarados

de agasajos que amarán coqueteando en mí regazo.

¡Opacando de la faz por siempre los recuerdos dolientes!

Arco iris naciente y vigoroso reflejado en ardientes pupilas.

Invitando…

Con pasión seductora a arañar sentidos adormilados,

trastornada percibo dulces melodías, con rendición que arrebata,

prodigada, desnuda, acojo con suspiros agitados…,

¡Flamante éxtasis de amor admitido!

31-08-2013-  

 

OOOOOOOOOO

NOSTALGICA AMISTAD


Hoy, feliz muy juntas como hermanas

disfrutamos de esta red,

vemos pasar sin maldad el mundo a nuestros pies,

impregnada de talento, tú, dulce y grandiosa mujer.

Amortiguas distancias e intensificas el amor

que nace del corazón,

intercambiando soplos de vida para sentirnos mejor.

Tocaste mi ventana, mi alma y mi razón

aprendí a conocerte y sólo eres amor:

generosa, inteligente, baluarte de tu nación.

Mi cariño crece,

como crece en la montaña el eco de una canción.

 

¡Amiga del alma, te quiero, eres un sol!

Te extraño, la nostalgia oprime el corazón.

 

Con el tiempo sentiremos pasar una ajada brisa

que acentuará la nostalgia y sin pretenderlo

por la cibernética ventana, en esta feroz lejanía

con el corazón oprimido que nos desgarra el alma,

nuestros ojos pasar verán, con lágrimas reprimidas

¡Una vereda tapizada de cariños!

¡Sin jamás poner un pie, sólo cruzar nuestros suspiros

22/07/1012

 

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CONFIANZA MI AGELITO


Confié en la vida, cuando todavía no habitabas en mí.

Te amé cuando… ¡Fruto del amor, radiante floreciste!

Confié en la vida cuando con fuerza, minúsculo, a ella te aferraste.

Te amé cuando en cristalinas aguas danzabas leve,

confié, aún, cuando de pronto ellas cesaron.

En la vida confié cuando entre conductos fríos luchaste.

Te amé desesperada cuando, inminente abandonabas.

Confié tanto en la vida, que deseé traspasártela en ese instante.

Lloré con sangrante corazón, cuando en diáfano soplo te fuiste,

aterida, sin energía acepté el fin.

Te amé carne de mi carne en tu quietud mortificante,

mi abrazo póstumo te abrigó, lo sentí.

¡Confié en la vida cuando los santos óleos te vistieron!

 

Te amo, cuando a tu recuerdo sangra mi corazón acongojado.

Confío porque tu paso silente, sólo adelante va.

Te amamos, espera quedamente.

¡Tú sonriente nos recibirás!

Habrá tiempo sin tiempo, mi pequeño.

¡Mamá te acunará!

 


MORADA SIN SOLES

  

En verdores de copihues y musgos mi alma reclinada

miro hacia el ocaso con sabor de atardeceres,

de amor inconcluso añosa remembranza

en dolorosa y eterna morada sin soles.

 

¡Amor!… Ambrosía saboreada en mi existencia.

Expectante de futuros victoriosos

acunados en edenes subyugantes

con trinos que irrumpían melodiosos.

 

Temprano anochecer, colgantes sedas negras

abolieron voluntades con vehemencia,

somnolienta herida en tu morada

¡Devoró el germen de tu esencia!

 

Consumida la luz de tu esperanza

recostada mi alma gris junto a tu huella,

en rumbo incierto embargada de nostalgia

¡Tinieblas abrazo, anhelo junto a ti a la paz eterna!

 

💜 

oooooooooo


ACRÓSTICO: SOFÍA ANDREA


ol del cielo y de la tierra

stentando tu blasón

uerza libre subyugante

Í cono en su esplendor, derrochando toda ella

legría, ternura y Amor

 

nhelada, bella y coqueta

iña de mi corazón

ecidora razón que multiplica la

iqueza del alma y me deja en paz con Dios

ncantadora muñeca, eres alegría

caricias entera mi alma y mi vida

 


De su Mane.

12/ 09/ 2012. 


ooooooooooo

 

5/29/2022

QUERIDA HERMANA


¡Vamos llegando ya al ocaso de nuestras vidas!

¿Qué te parece?

De nuestros cuerpos,

pero no de nuestro espíritu.

Tal vez estamos un poco ajadas,

pero no quebrantadas.

No somos bellas,

pero tenemos el sol en nuestras almas.

Nuestros ojos ya se esfuerzan,

pero vemos bajo el agua.

Quizás escuchamos a medias,

pero oímos lo que nos conviene.

No bailamos…,

pero tenemos el ritmo en el cuerpo.

Caminamos lento,

pero no paramos, ¿verdad?

A veces tropezamos…,

pero nos levantamos ¡Sí…!

De guijarros el camino está lleno,

pero es miel en nuestros tacos.

Estamos solas…,

pero no abandonadas, hermanita.

La espalda ya curvada

aún soporta mucha carga.

Nuestros brazos cansados

aún acunan con ternura.

¡Vamos hermana!  Dame la mano,

sigamos… ¡La vida nos espera!

Nuestros corazones viejos, pero…

¡Colmados y perfumados de muchísimo cariño!   

2012-08-22

 

oooooooooo 

SOBRE MIS PASOS

                           

Gruesas lágrimas corrían amargas

y abandonaban mis ojos verdes,

al vaivén de la áspera y

sinuosa carretera.

Oteaba el camino tras nublados cristales,

amarillos trigales mecidos por el viento,

vigilados por frondosos árboles

pinos y juguetones sauces.

 Desplomada en la oscura butaca,

con mi corazón latiendo a mil,

por esos veinte años lejanos

no dejaba de gemir.

Quieta, muda, oxidada en las horas,

pálida transida de dolor

con carita mojada

¡Ahí estaba yo!

En aquel atardecer claro y hermoso

tibio por los últimos rayos de sol

transportada en el tiempo,

de mi separación.

Años brillantes, barridos por gruesa escarcha

erizada la piel, entumecido el recuerdo

corazón abatido, quietamente…

Sepultaba el amor.


9/10/ 2012

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TODO BRUMA Y MÁS ALLÁ

 

En lo profundo y oscuro del bosque

un rayo mi cuerpo traspasó

desprendió mi alma y como saeta en lo azul,

cruzando el cielo se desvaneció.

Miré embelesada entre albos copos.

Sin temor danzaba en armonía,

etérea, silente, bella…

Envuelta en brillante resplandor

luz radiante, veloz me llevaba con ella.

Derramando su savia, un árbol crujió

expresión de angustia, impotencia y dolor

a sus pies, en mullido colchón de verdes hojas

descansaba yo.

Fuertes brazos me alzaron en suave vaivén.

Con brisa ligera, húmeda y olor a hiel,

cruzamos de prisa sinuosos atajos

¡Ya se perfila el deseado amanecer!

Huecos sonidos de quebrados abrojos,

ásperos herían mi piel

envuelta en bruma rápida iba con él,

llegando al portal alguien corrió,

la pequeña con un alarido desgarró la tarde…, 

se derrumbó.

 

El crepitar de cirios y sólo esa tenue luz

suavizaba el ambiente.

De pronto…, ahí estaba, es él…

¡Tantos años mis sueños sin él!

¡Tanto amor derrochado!

Tanto tiempo pensado…

Años de amar en silencio

¡No más palabras fallidas ocultas en la ausencia…!

¡Laberinto de añoranzas…!

¡Súplicas fracasadas, por el fruto sagrado del amor!

¡Útero fecundado, manos diabólicas intentaron diluirlo en la bruma!

Mas, como agua clara, ella, a la vida llegó 

y fuimos dos.

 

Él, con su mano mi nívea mejilla, tocó.

Temblé, agonía, morí de nuevo, morí otra vez.

Mi hija, llorosa está, demudada aproxima dos rosas.

Amor mío, suplico en silencio, mira sus ojos

son tus verdes pardos.

Un espejo el lunar de tu frente

azabache pelo trenzado en dos.

Amado mío…, es ella, tu hija, lleva tu nombre.

Se miran sorprendidos transidos de dolor

sus labios se abrieron con dos palabras:

¡He llegado! ¡Hija, tu madre se fue…, ahora estoy yo…!

Quedose mi cuerpo lívido en paz y en la bruma

muy lentamente mi alma se esfumó…

 

10/04/2013.    

OOOOOOOOOO

MARCHITO PASAJERO SIN DESTINO

  De lo profundo de mi pecho nace un grito que se eclipsa en el ocaso de mi vida, inútil esperar tú estimulo anhelado.           En lejanía ...